Y es que ya no se elige entre izquierda o derecha, entre beneficios sociales o económicos, se elige entre pp y psoe, endesa y gas natural, lo malo de un lado o lo malo del otro.
Con el pp en el poder se resintió el desarrollo social, pero es que tampoco hicieron mucho por las pymes, que forman la estructura empresarial española.
Con el psoe en el poder, al principio se aprobaron leyes de calado social, pero estos últimos años se ha cargado el prestigio que pasadas acciones le pudieran haber aportado:
- Reducir los sueldos de los funcionarios y congelar las pensiones es un recorte social.
- Elevar la edad de la jubilación es un recorte social.
- Reducir el número de becas para aprender inglés en el extranjero en un 50% es un recorte social.
- Reducir impuestos indiscriminadamente es un recorte social: si entra menos dinero en la caja del estado no se pueden cubrir los mismos servicios.
- Quitar el cheque bebe es un recorte social.
- Privatizar sectores públicos como las cajas de ahorros es un recorte social, y una condena futura. Máxime cuando sus problemas los ha creado su politización, que no su gestión pública, y cuando los partidos políticos hacen que les perdonen deudas millonarias que acabamos pagando tú y yo.
Ante una derecha cada vez más a la derecha no cabe una izquierda que le haga juego, cuando pp y psoe miran exclusivamente hacia la derecha hay que manifestarse para hacerles saber que hay otra vías.
El déficit puede y debe lucharse desde dos vías: los recortes de ciertos gastos y el aumento de los ingresos, y se puede hacer sin afectar gravemente el tejido social y empresarial.
Así que, ¡ideas al poder!, ahí van ejemplos de iniciativas que mejorarían nuestra situación en general:
- Persigamos el 20-25% de economía sumergida, insolidaria y perjudicial para el 75-80% de empresarios y trabajadores.
- Aprobemos un sistema tributario progresivo, en el que se pague de acuerdo a tu nivel de renta.
- Subamos los impuestos al alcohol y al tabaco hasta que a los franceses no les salga a cuenta cruzar la frontera para comprarlo.
- Subamos los impuestos de los carburantes en las zonas urbanas: si a pesar de tener transporte público decides ir en coche que por lo menos te cueste más caro. Además, se debe llevar el transporte público de calidad a los centros de trabajo: el transporte público debe ser un servicio universal, no algo exclusivamente para pobres, jóvenes y jubilados.
- Ajustemos el número de parlamentarios al número real de votos: si hay un 40% de abstención el 40% de los asientos deberían estar vacíos.
- Reduzcamos el sueldo de los políticos: como representantes del pueblo les corresponde el salario medio: 21500 euros brutos al año, ni un céntimo más. Ídem para las super-pensiones de los diputados: el poder no puede ser un fin, sino una herramienta de transformación y mejora. Además, los políticos que estén trabajando para el estado no debieran poder trabajar en otros lugares simultáneamente.
- Impulsemos la administración electrónica: menos burocracia equivale a menos costes. Pero la administración electrónica debe ser un paso decidido y no una campaña publicitaria. Ejemplo: la implantación del dni electrónico costó más de 300 millones de euros, pero los invidentes no pueden votar autonomamente con él y, en mi caso, si quiero votar estas elecciones tengo que ir en persona al consulado más cercano (a 1300 kilómetros), a pesar de tener dni electrónico y lector.
- De nuevo, apostar definitiva e inequívocamente por la unión europea: es algo con lo que todos, todos, solo podemos ganar. Por ejemplo, pregúntate cuántas veces has visto una discusión de la eurocámara en las noticias y cuántas veces has visto una del parlamento.
- Dejemos de incentivar el turismo de bajo coste y la construcción de una vez. Redoblemos nuestros incentivos a los negocios basados en la investigación y el desarrollo: hay que dar la bienvenida y apoyar el desarrollo de negocios tecnológicos y basados en el conocimiento, que son los únicos que, a la larga, nos pueden sacar del mileurismo.
- Reformemos la universidad: aprovechemos la titulitis para cambiar la sociedad: debería ser obligatorio conocer el método científico y crear un plan de empresa para obtener cualquier título universitario: hay que dejar de producir titulados y empezar a producir gente ilustrada que potencialmente pueda crear empleo.
- Cambiemos nuestros propios hábitos: si de algo me he dado cuenta desde que estoy en estados unidos es de lo perjudicial que pueden ser ciertos rasgos de la cultura española, especialmente la sobreprotección familiar: en muchísimas ciudades del mundo hay colonias de descendientes de inmigrantes italianos, griegos, rusos,… pero ni en el reino unido ni en estados unidos he encontrado colonias de descendientes de españoles: todavía tenemos la mentalidad de que en ningún sitio se está mejor que en casa, lo que añadido al desconocimiento de idiomas extranjeros restringe enormemente la movilidad de los españoles para encontrar un mejor trabajo, un mejor futuro. Por lo tanto, obliguemos a las televisiones y a los cines a emitir en versión original subtitulada, contratemos solo a gente que haya acabado el último curso de inglés, francés, alemán o chino de la Escuela Oficial de Idiomas y hagamos que los estudiantes que salgan del instituto puedan defenderse oralmente en inglés o en francés.
En definitiva, cada iniciativa para mejorar la sociedad que puedas imaginar y no se haya tomado es un motivo más para salir a la calle el 15-M, porque seguramente a ellos también se les haya ocurrido, pero no la han querido llevar a cabo.