Hablando sobre nuestro futuro profesional un profesor dijo acerca de las empresas familiares que los abuelos las crean, los hijos las mantienen y los nietos las hunden, después de lo que vi el fin de semana pasado no puedo decir que fuera muy desencaminado.
Intentando vencer el aburrimiento y la desidia que me invaden cuando voy a mi pueblo me encontré con el Palacio de los Gonsálvez, una bella edificación en ruinas a la entrada de Villalgordo del Júcar. Con la información que me dio un lugareño y con lo que he podido averiguar se trata de un edificio de mediados del siglo XIX, un complejo industrial de la época sin par que constaba de: una generadora eléctrica a la entrada y otra a la salida, empresa papelera, de conservas, de licores, de champiñones, árboles frutales, ermita propia, jardines con todas las plantas que permitía el tiempo e invernadero para las que no, casonas, una fuente llamada ‘La Zarina’ que le fue regalada a la familia Gonsálvez por Alejandra, la esposa del Zar Nicolás II, jardines, palmeras, el palacio consta de 368 ventanas e igual némero de puertas, veinte habitaciones, salones, cuartos de baño, …
Todo esto, que a día de hoy nos sorprendería, tuvo lugar hace más de un siglo, me lo imagino como un Xanadú, un imperio, pero en este caso los habitantes del lugar solo tienen palabras buenas para los que fueron sus dueños: dicen que Don Enrique Gonsálvez Fuentes era uno de los mayores capitalistas de España, pero ahora todo son ruinas, cinco hijos, afirman, no pudieron sacar adelante todo esto y se fue perdiendo, es un fantasma del pasado, un recuerdo borroso de lo que fue y un sueño de lo que, ojalá, volverá a ser. No obstante, cielos abiertos, parece que el Palacio podría ser restaurado en breve con el fin de dedicarlo al negocio de la hostelería.
Archivo por meses: junio 2007
La perdida de tiempo como disuasión
Me desperté a las siete, media hora después estaba en la comisaria: se habían acabado los números y hasta las cinco de la tarde no volverían a dar. Tras el consiguiente mosqueo el policía nos remitió a todos a una comisaria que se reabría hoy ‘a probar suerte’. Paro al primer taxi que pasaba, llego a la nueva comisaria a las ocho menos cuarto, hasta las nueve no abren y no están dando números luego hasta entonces no sabré si me toca. Son las nueve y cuarto, tengo número y comienzo a hacer cola esta vez dentro de la comisaria, están llamando al once y tengo el cincuenta y dos, se inauguró apresuradamente y de diez puestos sólo funcionan tres y solo uno de ellos es para el trámite por el que he ido. Armado de paciencia salí airoso a la una y diez de la comisaría con la promesa de que en dos días según un policía y tres o cuatro según otro tendría mi pasaporte, los que todavía estaban esperando preparaban una rebelión porque les dijeron que a las dos cerraban y el número de la mañana no valía para el turno de tarde. Junto a la puerta había un anciano con una botella de aire, seguramente aún tenía pelo cuando empezó a hacer cola.
Todo esto para sacarme un documento oficial y es que aunque no lo parezca la gente valora su tiempo y hacérselo perder es una forma de quitarse a la clientela de encima. Frente al hecho de que en este país la burocracia es lentísima hay quien encuentra atajos como colarse en la cola o irse a una comisaria en un pueblo perdido.
Pero cuando se trata de hacerte perder el tiempo las empresas de telecomunicaciones se llevan la palma: aunque por ley tienen que tener un numero gratuito de asistencia técnica únicamente difunden el 902 de turno, después de mas tiempo de espera te llega el turno y te comunican con una persona a la que le das tus datos, le cuentas tu problema y te comunica con otra persona que teóricamente te puede dar una respuesta. Este último telefonista no tiene ni idea y por eso tiene delante un documento de ayuda que no sabe usar y después de mucho insistir te pasa con el servicio técnico.
El centro comercial el fin de semana es otra odisea aunque en este caso la cola te da una oportunidad más para que compres algo de esas estanterías al lado de la caja: cola para entrar al aparcamiento, cola para salir del aparcamiento, cola para coger carro, cola para precintar las bolsas antes de entrar y cola incluso a la hora de pagar.
Como ves, las colas siempre tienen un fin, aunque los que las sufren son siempre los mimos.
Ataque a la democracia.
Si debido a la Ley D’Hondt a uno le cuesta decir que estamos en una verdadera democracia leo en la prensa que ‘Ocho autonomías tienen establecido en el 5% el porcentaje mínimo de votos que una fuerza política necesita para obtener representación parlamentaria, mientras que otras ocho, entre ellas Castilla y León, lo han situado en el 3% y Canarias tiene un sistema propio que combina porcentajes regionales y por islas.’, con cosas como esta a uno se le quitan las ganas de volver a votar, y no me malinterpreten, creo en la democracia como el que más pero en una democracia donde el voto de todos los ciudadanos valga igual, donde ser de un lugar o pertenecer a una minoría política no devenga barreras y frenos. Porque, si nuestra democracia no protege a los débiles y a las minorías, ¿de qué nos sirve?.
No se si has visto algún tipo de réplica de alguno de los partidos minoritarios y minorizados, después de haber oódo a los dos grandes dinosaurios veo a estos pequeños partidos como un ratón pero que mete el dedo en la yaga cuando tiene que hacerlo o da su respaldo cuando así lo estima, veo en ellos cintura política y, a pesar de que algunos tienen un marcado carácter territorial, me parecen muy útiles a la hora de estimular el poder, de obligarles a llegar a acuerdos.
Habrá quien diga que estas medidas impiden que partidos radicales obtengan representación, respuesta inválida y sino que se lo pregunten a ANV y por cierto, poner trabas a que un partido, cualquiera que sea su ideario, tenga representación es de todo menos democrático; además, como señalan en la Wikipedia ‘…la mayoría absoluta se puede obtener con apenas un 35%…’, con lo nefastas que han sido las mayorías absolutas para este país.
¿Y frente a esto qué dicen los dos grandes partidos? en el caso de la reforma del estatuto de la Comunidad Valenciana ambos partidos podrían haberse apuntado un tanto al bajar o eliminar el 5% de porcentaje mínimo para obtener representación pero dejaron pasar la ocasión y recientemente el partido popular afirmó que estudia una iniciativa para cambiar la ley electoral de forma que los partidos minoritarios no gobiernen, lástima que el psoe no se haya puesto en contra y posiblemente ambos partidos vayan de la mano en este asunto.
Por cierto, ¿por qué no se reparten los escaños de forma realmente democrática, y si solo vota el 60% de las personas se dejan vacíos el 40% de los escaños? con lo que nos ahorraríamos en sueldos y regalos a personas que la ciudadanía cree que no se lo merecen. ¿Acaso no estimularía esto a que los partidos se volvieran a acercar al ciudadano? pero no, por lo que luchan es por leyes que les permitan gobernar con menos votos.
En fin: ¿democracia?.
Video killed the radio star
Video killed the radio star es una canción creada a finales de los 70, el título lo dice todo y aunque la radio todavía sobrevive es indudable que perdió importancia en favor de la televisión. Intervista es una de esas películas alocadas, Italianas y con ese toque personal que solo tiene Fellini, una de las últimas escenas de este film recomendadísimo acaba con todo un equipo de cine rodeado por indios en caballos blandiendo antenas de televisión a modo de lanzas, y a razón de lo visto, el director italiano estaba en lo cierto: El Gran Cine, el cine con mayúsculas, fue herido gravemente si no murió con la aparición de la televisión. Por eso me pregunto hasta qué punto son buenos los nuevos inventos que sustituyen a los anteriores.
Internet por el contrario ha sido capaz de ser un nuevo medio pero a la vez integrar a los anteriores con podcasts, videocasts y un largo etcétera por lo que realmente no ha sustituido lo anterior, no ha habido una ruptura completa con lo que había hasta entonces, pero tampoco ha potenciado su continuidad, y me explico: si le preguntas a alguien con el que tengas suficiente confianza para qué usa Internet seguramente te responda que la usa para descargar porno, y no critico el hecho de ver porno, para mi es una actividad tan válida como cualquier otra, critico el hecho de que no se use para nada más. En las distintas parties a las que he asistido había una inmensa mayoría que se dedicaba a descargar/ compartir porno, lo cual no me parece mal, o los ¿artistas? de moda pero el problema viene en que prácticamente nadie compartía cultura en el sentido de música clásica, buen cine, buena música, etcétera. Resulta que ahora que tenemos a nuestro alcance toda la cultura producida por la humanidad nos conformamos con el porno o con artistas mediocres que pretenden hacer carrera presentándose a un concurso o con grupos surgidos de los laboratorios de alguna discográfica.
Pues bien, no siempre fue así y aunque sigue pareciéndome increíble hubo generaciones que crecieron con dibujos animados surrealistas cargados de jazz como ya comenté y hubieron críticas mucho más inteligentes y ácidas antes que padre de familia que posiblemente no conozcas lo que me lleva a pensar que si esto es así, si unos mejores medios no han contribuido a unos mejores contenidos, es por nuestra culpa: porque los programas de corazón ocupan toda la parrilla, porque vas a ver el partido del domingo aunque sea malísimo, porque te mueres por escuchar lo último del ¿músico? X pero eres incapaz de sentir el mínimo interés por descubrir a gente que es capaz de hacerte viajar años atrás con tan solo una guitarra acústica y su voz, en definitiva: porque nuestro sentido de cultura no se ha ampliado a pesar de disfrutar de una mayor oferta.
Spam institucionalizado
Debido a las recientes elecciones en un solo día recibí siete correos ordinarios de propaganda electoral no solicitada. Si hubiera sido en mi correo electrónico quizá me habría molestado menos porque los filtros antispam me habrían ahorrado la molestia pero en la vida real no hay filtros y recibo todo aquello de lo que soy destinatario así que investigué un poco y después de unos emails con la Agencia de Protección de Datos me enteré que hay una ley, la Ley Orgánica 5/1985 de 19 de junio de Régimen Electoral General, que legaliza el envío de correo no solicitado por parte de los partidos políticos. Como se dice en el articulo 41, apartados 4 y 5 de dicha ley los partidos tienen derecho a tomar los datos de todos los ciudadanos del censo electoral, así, la única forma de dejar de recibir publicidad indeseada que se me ocurre es… ¿darme de baja en el censo electoral y perder mi derecho a votar? Uf, espero que haya otra que no interfiera con mis otros derechos pero lo desconozco.
Para finalizar solo quería apuntar el cada vez mayor asombro que me produce la clase política que no se conforma con legislarlo todo sino que encima se regalan televisores o jamones mientras hacen leyes que principalmente (y a veces únicamente) les benefician ellos como la citada anteriormente o la que limita el coste de las llamadas entre países comunitarios, hecha por y para los europarlamentarios, claro, sus más de siete mil euros mensuales no les son suficientes para pagar el teléfono mientras la brecha digital sigue ahí y los españoles disfrutamos de conexiones de internet el doble de caras y la mitad de rápidas que nuestros vecinos.
Actualización: Un consejo sobre qué hacer cuando recibamos la propaganda electoral: En la parte frontal escribir DEVUELTO, en la parte trasera escribir RECHAZADA y depositar la carta en un buzón u oficina de correos.