“-¿A qué se dedica? – A recoger la corteza de alcornoque. -Pero al país a donde va no hay alcornoques, -¿Ah no?, pues los habrá”. Quien pregunta es el poeta chileno Pablo Neruda, la respuesta es de uno de los 2.200 inmigrantes españoles que llegaron en el Winnipeg a las costas de Valparaíso (Chile), el día 3 de septiembre de 1939. Provenían de los campos de concentración franceses en los que se encontraban hacinados y en condiciones miserables de vida y a los que habían llegado escapando de la dictadura instaurada en España tras el golpe de Estado militar. Neruda conmovido por la situación padecida por estos españoles se embarcó en la travesía participando activamente en su organización. La noche que el Winnipeg elevó anclas en el puerto francés de Trompeloup – Pauillac, el 4 de agosto de 1939, Pablo Neruda plasmó los siguientes versos:”Que la crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie”.
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