Programas como constructor a la fuga o el jefe infiltrado se centran en la crítica a los trabajadores poco cualificados y a los autónomos, no persiguen ni sacan los colores a los grandes ladrones como hizo Michael Moore en TV Nation y The Awful Truth.
¿Por qué los mass media no persiguen cámara en mano a ana patricia botín o a gonzalo gortázar?.
¿Por qué no acechan al rey juancarlos, acusado de ser el mayor comisionistas del país?.
¿Por qué no les sacan los colores a las aseguradoras que revientan el sistema de salud y las pensiones públicas?.
¿Por qué no les montan un pollo a volkswagen o a tabacalera?.
¿Por que no critican con nombres y apellidos a las empresas energéticas que inflan sus precios artificialmente?.
¿Por qué ocultaron el pufo de abengoa a pesar de haber perdido el 95% de su valor en bolsa?.
¿Por qué tratan con algodones a los representantes de acs y fcc?.
Porque los más medias están controlados por ellos.
Si te fijas, la mayoría de las críticas (¡incluso El Roto!) se hacen de manera generalizada. No citan nombre, apellidos, empresas, ni marcas. Y en eso, ciudadanos es el rey: crítica de brocha gorda, sin especificar qué o cuánto y, por tanto, presenta medidas sin concretar qué problema solucionan. Por ejemplo, ¿qué problema soluciona bajar el iva de los productos de lujo, o que el presidente gane 300.000 euros?.
Por otro lado, la gente progresista nunca ha tenido una televisión o periódico impreso que fuera indudablemente progresista. Los que alaban el capitalismo (aunque no creen en él) cancelan programas de televisión y cambian a presentadores aunque sean líderes de audiencia: pasó en telecinco con Caiga Quien Caiga y El Informal, pasó en cuatro con Jesús Cintora, pasó en radio nacional y en la cadena ser con Javier Gallego Crudo, pasó con Ramón Lobo o Maruja Torres, pasó con Ana Pastor y Fran Llorente en la uno.
Así, los conservadores han tenido, tienen y tendrán siempre televisiones (antena 3), periódicos (el mundo, la razón, abc) y emisoras de radio (cope, esradio) indudablemente conservadoras. Mientras que los progresistas tienen que andar cambiando de medio cada poco tiempo. Por cierto, lo he pensado largo y tendido pero no he encontrado ningún ejemplo de un programa o periodista conservador líder en audiencia y que le hayan despedido por sus ideas políticas.
Sin embargo, proyectos como Periodismo Humano, Carne Cruda y El Diario han marcado el camino acertado: vive gracias a las aportaciones de tu audiencia, en vez de malvenderte a la corrupción. Y sobretodo, nunca, nunca, nunca permitas que un medio mayor o que no dominas te compre.
Esta atmósfera viciada, aparentemente confusa pero indudablemente conservadora, crea un ambiente perfecto para la manipulación, dado que hay muchísimos progresistas que, sin saberlo, se alimentan de medios conservadores. Tal es el caso de los lectores de El País que, siendo conservador, suele ser leído por gente progrsista. Lo mismo se puede decir de la cadena Ser.
Pero esta manipulación, a menudo burda, no es nada comparada con el arma de destrucción masiva de inteligencia: el entretenimiento manipulado. El entretenimiento manipulado permite influir políticamente en la gente aunque no vea programas sobre política. Claros ejemplos son todas la veces que se ha mostrado a cañete comiendo (y evitando hablar de sus políticas que solo beneficiaban a latifundistas), todas las veces que los medios de supuestamente progresistas han hablado del perro de aguirre (en vez de criticar sus políticas de desigualdad) o, un ejemplo de izquierdas, cuando la bruja avería decía en un programa de entretenimiento para menores «¡Viva el mal,viva el Capital!».
Aunque este tipo de manipulación es fácil de detectar, ya que se oculta el verdadero trabajo de uno para resaltar una faceta intrascendente, por ejemplo cuando políticos nefastos cantan, bailan, o tocan un instrumento.
Otro claro ejemplo de entretenimiento manipulado es cuando se airean las ideas políticas de artistas, cuyo trabajo no tiene nada que ver con la política. Por ejemplo, cuando eric clapton, borracho, aireó su racismo en directo.
La mayor ventaja del entretenimiento manipulado es que llega a la inmensa mayoría de los votantes: a las personas voluntariamente incultas, y que por tanto creen que no creen en la política. Así es como se fomenta la desconfianza en la clase baja y media, así es como se te incita a tolerar el fraude fiscal, así es como te invitan a no confiar en el gobierno y a hacerte un plan de pensiones privado, o llevar a tus hijos a la educación privada. Así es como crearon predisposición en la población para que compraran viviendas, y para que demandaran de sus políticos grandes inversiones ruinosas.
¿Te acuerda cuándo el país anunciaban chaquetas que costaban miles de euros?.
¿Te acuerdas de la publicidad que le daban a las grandes infraestructuras y eventos?.
¿Te acuerdas de lo buenas que eran las acciones de bankia?.
Y todavía siguen. Un sano ejercicio que lo demuestra es comparar las entrevistas en el hormiguero a, en este orden, pedro sánchez, esperanza aguirre, albert rivera y Pablo Iglesias: entretenimiento manipulado puro y duro. A continuación, un claro resumen:
Otro claro ejemplo son los programas de fútbol que critican, como si tuviera algo que ver, el nacionalismo catalán.