El canon, las restricciones sobre las copias y muchos otros temas vienen de acuerdo a una estrategia común de las entidades de gestión y algunas grandes productoras a nivel mundial. Debería existir un lugar común e internacional donde seguir los ataques a la libertad de todos los países, donde poder coordinar nuestra defensa y, ante casos como el de Jammie Thomas, poder reaccionar de forma contundente. Un sitio en internet con un gran número de visitantes, lugar en común de ciudadanos pero también de abogados, de fundaciones, asociaciones y empresas, un lugar desde el que mandar potentes protestas respaldadas por millones de personas a los gobiernos de cualquier país o a la unión europea, un lugar en el que, con pequeñas donaciones o lo obtenido con la publicidad, las personas que se enfrentan a un juicio inmoral por compartir se pudieran permitir el mejor abogado.
Hay gente que viene desarrollado algunas de estas iniciativas: Electronic Frontier Foundation, Foundation for a Free Information Infrastructure, Todos Contra El Canon y muchos otros ofrecen información y acciones a favor de nuestros derechos, y aunque las sigo y tienen todo mi apoyo, ante una amenaza global se debe crear una defensa global. Así, si la mayoría de estadounidenses supieran que en otros países no se persigue la compartición de obras restringidas por los derechos de autor seguramente se echarían las manos a la cabeza y demandarían lo mismo para ellos mismos. Y quizá nos sorprendiera averiguar que, al revés de lo que ocurre en españa, en canadá las discográficas argumentan que los discos duros no constituyen un medio de grabación de audio, es decir, en españa y con ese mismo argumento los discos duros deberían estar exentos de canon.