A pesar de que esta última jornada duró solo hasta la hora de comer y la asistencia fue algo menor me pareció una de las más prolíficas: Después de haber ayudado en lo que pude me dediqué a dar una última vuelta por los stands y a ver por encima la documentación que había recogido durante estos días, más allá de lo técnico hay dos cosas que me dieron que pensar y es que en el stand de Sun había un procesador ultrasparc en una vitrina y al lado una placa que, entre las características técnicas del procesador, decía ‘Más de 100 patentes’. Quiero suponer que se refiere a patentes hardware pero aún así creo que no es el lugar oportuno para resaltarlo y de hecho no creo que nadie se compre un procesador por el número de patentes que tiene. Por otro lado el periódico de la OSWC2 se distribuye con ‘Todos los derechos reservados’, con la de licencias libres que existen para texto y la propia organización decide no utilizar ninguna de ellas; bueno, algo malo tendrán que haber hecho porque esta edición la OSWC ha estado de perlas.
Para finalizar, en el último taller en el que estuve se habló de la libertad y el ponente nos invitó (e incitó) a pensar en ello y he llegado a lo siguiente:
Una buena forma de cambiar el mundo es empezando por cambiar tu mundo, la gente, amigos y familiares que te rodean. Si de verdad crees que el software libre es la mejor alternativa hazles un favor e instálaselo y déjate de soluciones propietarias cuando sabes que hay alternativas mejores. También hacer hincapié en tu experiencia como usuario: lo informes generalmente están hecho por y para empresas pero si a un usuario le cuentas las ventajas que has experimentado seguro que te entiende mejor (a propósito, linux hace mucho tiempo que dejó de ser terreno exclusivo de hackers, por poner un ejemplo en la OSWC me he encontrado con informáticos, matemáticos, físicos, agrónomos, ingenieros navales, etc).
Como expuso Quim Gil, es importante que no olvidemos por qué nos metimos en todo esto, todos estamos aquí por la libertad, y esta puede ser entendida de varias formas.
Cada vez tengo más claro la importancia de que nadie quede excluido, y hay que prestar atención a cosas como el idioma, las discapacidades y las demás formas de discriminación.
No hay duda de que se pierde una cantidad enorme de energía en discusiones inútiles: cosas como mi escritorio es mejor que el tuyo o Stallman debería/ no debería bla_bla_bla no ayudan en nada; sería mejor echar una mano a ese proyecto de software libre que tanto te atrae o dedicar 5 minutos a traducir esa web que tanto frecuentas y que no está en tu idioma.