Desde luego hay músicas que han sido creadas para ser escuchadas por la noche y el jazz es una de ellas. Acabo de venir de un concierto gratuito y es curioso el tipo de gente que acude a estos eventos: almas solitarias, mujeres que nunca están satisfechas con su asiento y se cambian media docena de veces, matrimonios dispares en los que el hombre quiere irse a casa y la mujer prefiere quedarse, gente que solo va a aplaudir, gente que solo va a hablar, gente que no va,…
Quizá la palabra clave es gratuito, o incluso barato, recuerdo también una sesión en la filmoteca, un film de Kurosawa en el que una espectadora entrada en años le dijo a su marido (también entrado en años) insistentemente: ‘no se para qué me traes a ver estas películas que sabes que no me gustan’, obviamente él se hacía el sordo pero el resto de la sala no, porque también hay quien va a recriminar hasta el más mínimo soplido.
Volviendo al tema de la música, es impresionante la dimensión que está alcanzando este medio y lo enriquecedor que puede llegar a ser: ya no necesito escuchar principalmente las conversaciones de las marujas cuando voy en autobús sino que puedo estar deleitándome con un boogie que suena solo para mi. Obviamente los tecnófobos argumentarán que los reproductores portátiles distancian a la gente pero la verdad es que me han aportado una cantidad inmensa de cultura impensable hace unos años.
Recientemente he descubierto los grupos de música libre (olvídate del emule y las colas de espera), ahora puedes encontrar música que te gusta para descargar gratuitamente, y los autores te lo agradecerán. Lo que a algunos les parecía una utopía se ha convertido en una realidad palpable, el soporte físico no tendrá sentido dentro de unos añor: incluso las discográficas han visto que el dinero está en los conciertos y hacen contratos en ese sentido, al fin y al cabo antes ya se emitían contenidos gratuitamente en la televisión o la radio pero la cultura libre ha servido incluso para revivir viejos mitos. Betty Boop estuvo en un segundo plano durante un tiempo pero cuando algunos de sus cortos pasaron al dominio público fue posible relanzarla, hoy en día es posible encontrar cualquier artículo con la imagen de dicho dibujo animado de los 30, veremos si alguien dentro de 70 años recuerda alguno de los dibujos de hoy en día.
Jazz after the dark
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