Mi abuela recibía como regalo por navidad una tortafina (una especie de hojaldre muy dulce), eran tiempos de escasez y el mejor regalo que se podía dar era algo que llevarse a la boca. Mi madre recibía como regalo por navidad una tortafina y calcetines, la tortafina era entonces un dulce, algo complementario, y lo de los calcetines viene porque mi abuela tenía una máquina de hacer calcetines, que por aquel entonces no era algo muy común.
Hace unos días me tocó decidir qué voy a querer como regalo y la respuesta era clara: nada. Prefiero quedarme sin regalo que volver a caer en el sinsentido que supone gastarte dinero en algo para hartarte de él a los pocos días y dejarlo olvidad en algún rincón de tu cuarto. Sin embargo, me conozco demasiado bien como para saber que ese pensamiento totalmente objetivo y racional se iba a ver superado por el impulso de compra y accedí a comprarme algo de ropa. Pero piénsalo: si siempre has tenido todo lo que necesitas, desde lo básico hasta los caprichos, si nunca echaste en falta nada material, si jamás has encontrado un agujero que tapar, si no necesitas nada, ¿te regalan cosas a ti o eres tu el regalado (parafraseando a Cortázar)? Pon el ejemplo que quieras, cualquier objeto que se te pase por la cabeza: tu sin ese objeto eres igual, no dependes del objeto ni te pasaría nada si no lo tuvieras. Pero el objeto sin ti no es nada, no tiene sentido, sería solamente otro objeto más envuelto en su embalaje en el tercer estante de la estantería del centro comercial. Entonces, ¿quién es el regalo, el objeto o tu?.
Por otro lado, desde las navidades pasadas empieza a aumentar el grado de idiotez que vive en nuestra sociedad y si hace un año eran unos pocos los que colgaban luces y papanoeles del balcón con el único fin de que lo vieran los que pasaban por la calle este año la gente empieza a abusar de estos elementos. Y de nuevo la misma cuestión: son las personas las que dan sentido a esos objetos, son ellas las que les dan un valor y pagan por ellas con dinero que han conseguido con su sudor. Las personas resultan ser el regalo para los objetos, están ahí, en tu tienda preferida, haciendo cola, primero en el almacén y luego en la estantería para que vayas y te regales; algunas se visten mejor y todavía conservan el embalaje mientras que otras, las mas dejadas, han sufrido algún desperfecto y suelen ser relegadas a segundas filas, de cualquier manera, están ahí para escogerte, y luego, claro, hacen cola rigurosamente en la caja para que sean cobradas.
No recomendado para niños menores de 3 años por contener piezas que pueden ser ingeridas o inhaladas.
CE.
Made in China.
¿De verdad quieres eso?. ¿Te gustaría convertirte en un objeto, ser regalado y necesitar desesperadamente una cosa para dar sentido a tu vida?.
La navidad no hace mejores a las personas ni por un momento: no está en nuestros genes ni en nuestra naturaleza, deshazte de ella, olvida la fecha en la que te encuentras y enfréntate a la realidad, esa realidad que te dice que no necesitas, que no quieres ese objeto, esa realidad que te dice que a pesar de ser noche buena o año nuevo hoy han vuelto a morir 44000 personas por falta de agua, esa realidad que te dará la amarga victoria de saber que has acabado con una de las mayores mentiras. Acércate a esos que ves únicamente por navidad durante todo el año, haz más fácil la vida de los demás durante todo el año.
Piensa. ¡Quiérete!.